Te encanta montar en bici o al menos solías hacerlo… Pero ahora tu bicicleta acumula polvo en el garaje como un viejo tocadiscos debajo de la cama.
Te gustaría volver a montar, pero hace demasiado calor o demasiado frío o te quita demasiado tiempo o te duele la espalda o [inserta cualquier otra excusa que puedas encontrar].
¡No te desesperes! hay un ir y venir hasta en las relaciones más sólidas, y es más fácil retomar el rumbo de lo que te imaginas. Solo tienes que dar algunos pequeños pasos en la dirección correcta…
El primero es apreciar la rutina diaria que hagas en tu vida, eliminar todos los pensamientos negativos y dejar de torturarte. Tenemos una tendencia a minimizar el estrés del día a día y pensamos que si antes éramos capaz de hacer algo tenemos la obligación de estar al mismo nivel. Nos desanimamos sin tener autocompasión y reconociendo que la complejidad de nuestras vidas requiere una gran cantidad de energía mental, física y emocional. Pero la vida puede ponerse en el camino adecuado de nuevo.
Es verdad. Las cosas pasan, pero te darás cuenta de que es posible salir de la rutina que tanto amabas, para volver a motivarte y retomar tu práctica de nuevo.
Contenido
Piensa en ello
En lugar de castigarte y pensar cómo «deberías» montar, habla de por qué lo dejaste. ¿Tuviste un evento importante cómo comenzar un nuevo trabajo o tener un hijo? ¿El trabajo te volvió demasiado ocupado? ¿Acabaste quemado de tanta actividad física?
Cuando hablo con la gente, las razones por las que perdieron el hábito de su actividad se vuelven obvias, pero somos muy duros con nosotros mismos, rara vez damos credibilidad a esas razones. No siempre es negativo tomar un descanso cuando lo necesitas por el motivo que sea. El primer paso es reconocer que esto es lo que sucedió y aquí es donde te encuentras ahora.
Recuerda por qué te encantaba en primer lugar
La negatividad no te motivará, pero la pasión sí. Tómate un minuto para recordar qué significa para ti el ciclismo. Pregúntate: ¿por qué lo disfrutaba tanto? ¿Cómo me hacía sentir?
Empieza hinchando tus ruedas…
Desempolva tu bicicleta y dale algo de atención. Límpiala. Aumenta la presión de las ruedas. Revisa el estado de la cadena. No te preocupes por montar de inmediato. Simplemente comprométete con tu bicicleta.
El objetivo es romper con el hábito de no hacer nada relacionado con el ciclismo. Llegar a metas pequeñas y fácilmente alcanzables, como lubricar la cadena, te hará volver a la rutina y te hará pensar en montar de nuevo.
Empieza a amar el proceso
Es una naturaleza humana querer volver directamente a donde lo dejaste. Pero dependiendo de cuánto tiempo haya pasado desde tu último entrenamiento, esto no será realista y puede ser contraproducente.
En cambio, comienza desde donde te encuentres ahora mismo, establece un objetivo de donde quieres estar y luego crea objetivos más pequeños para llegar allí.
A algunas personas les resulta útil elegir una meta concreta, como una carrera. Elige uno que te dé el tiempo que necesitas, ya sea un mes o seis. Y después, crea pequeños objetivos intermedios en el camino. Si tu objetivo es recorrer una carrera en otoño, tu primer objetivo puede ser salir durante 30 minutos tres veces a la semana. Luego ve construyendo semana a semana.
Piensa en las recompensas
Definitivamente habrá momentos en los que no tendrás ganas de prepararte y salir. Sin embargo, puedes romper esa inercia combinando tus paseos con otra cosa que disfrutes. Planea una cita con un amigo al que no has visto en bastante tiempo o aquel viaje que termine en un café o un momento feliz donde disfrutarás de las conexiones sociales. Cuando combinamos cosas que son más difíciles de hacer con actividades que queremos hacer, es más probable que suceda.
Sé más astuto que tu yo futuro
Mientras planificas tus paseos, elimina la mayor cantidad de barreras que puedas. Si planeas montar por la mañana, coloca toda la ropa de ciclismo junto a la cama y enciende la cafetera nada mas despertarte para que todo esté listo.
Si deseas salir en bici después del trabajo, lleva contigo tu equipo y sal desde allí, para que no tengas que pasar por casa y te dejes llevar por otras cosas (el sofá) que detendrán tu motivación inicial.
Agrega un elemento de emoción
Muchos de nosotros tenemos (o hemos tenido) nuestros circuitos de ciclismo que repetimos hasta la saciedad, pero eso puede ser monótono y desmotivador cuando sabes exactamente lo que viene. Experimenta sitios nuevos, viaja con GPS o Map My Ride y encuentra una nueva ruta en tu área.
Luego cárgalo en tu ordenador para bicicletas y listo. Solo el acto de ir a un lugar nuevo es mentalmente estimulante. Es emocionante ver y descubrir nuevos lugares: cualquier cosa que te saque del piloto automático y te devuelva la creatividad y la emoción puede ser motivador.
Crea el Momentum
Lleva un registro de tu progreso haciendo una marca en tu calendario cada día que viajes. Es un recordatorio visual de que estás volviendo al ritmo de las cosas. A medida que rompes el hábito de no montar y retomas la rutina, comenzarás a sentirte tan bien que no querrás romper esas rachas.